Últimamente, estoy viendo muchos casos de chicas que odian su cuerpo en todas las maneras posibles.
La gran mayoría de ellas dice cosas como "me gustaría poder aceptarme" "realmente quiero quererme" "no hay manera de que me quiera".
Hubo una etapa en mi vida, en la que pase por algo así.
Mi cumpleaños es el 22 de Abril. Este año cumplo tan solo 15 años. Casi todos piensan que soy una nena y no tendría que estar hablando de temas como el que mencionaré a continuación. Pero a todos aquellos que me criticaron y me siguen criticando, nos les doy importancia. Porque creo que es la mejor manera de combatirlos.
Toda mi vida fui demasiado flaca para mi altura, masa corporal, etc. En mi casa me obligaban a comer más, me insistían con que si no engordaba me iban a mandar al hospital, que me iban a internar, que en su casa no querían "anoréxicas".
La verdad, es que nunca fui anoréxica. Solo "demasiado delgada".
Desde que mi mamá dejó de vestirme y elegirme la ropa, siempre intenté llevar ropa holgada, nada ajustado, en fin, cosas que no marcaran mi diminuto cuerpito.
Mis amigas siempre me decían cosas como "¡sos re flaca!" "¡No comes nada!"o algunas cosas que fueron las que más me chocaron, como: "¿sos anoréxica?"
Yo siempre respondía a esas preguntas con la mejor onda, una sonrisa en la cara y una gran carcajada. Todo sea por disimular mi sufrimiento interno.
Nunca compartí esto con nadie. Creo que es la primera vez que me descargo de esta forma.
Cuando tenía al rededor de nueve años, caí en la cuenta de que las cosas que me decían, no me "resbalaban" como solía pensar yo, sino que al contrario, cada vez me importaban más. Cada vez sufría más.
Muchas chicas me "odiaban" y por eso me burlaban todo el tiempo con el tema. Cada vez que me veían, ya sea en algún lugar o en la calle, estando sola o acompañada, no faltaba la típica frase de "ahí está la anoréxica" o cosas así.
Durante más de 3 años, me acostaba a la noche con la intención de descansar y dormir para levantarme e ir al colegio a la mañana siguiente, pero lo único que conseguía era que las lágrimas brotaran de mis ojos durante horas hasta quedarme dormida.
Solía despertarme con grandes ojeras de tanto llorar. Mi mamá nunca sospechó nada de mi "dolor". Será porqué no me conocía lo suficiente o porque simplemente pensaba que era tan fuerte como lo parecía... pero no.
Una vez, cuando tenía aproximadamente 12 años, estábamos cenando y yo, en mi intento deengordar para encajar en lo que los demás pretendían de mí, repetí mi porción de comida cuatro veces.
Mi papá, acostumbrado a que solamente comiera un plato y no quisiera más, o hasta a veces ni siquiera querer terminar el primero, me preguntó qué me pasaba que en el último tiempo, había estado comiendo "desaforadamente". Yo, por supuesto, le contesté que no me pasaba nada. Que simplemente tenía más apetito.
No estaba acostumbrada a comer tanto, claro, entonces comencé a sentirme mal.
Tomé mucha agua, como para calmar esa sensación horrible que tenés cuando estás a punto de vomitar.
¿Para qué?
Ojalá no hubiera tomado tanta agua.. ¿o sí?
Me llenó aún más el estomago, y tuve que salir corriendo al baño a vomitar.
Estuve en cama durante 3 días.
Desde ese momento aprendí a que mi cuerpo era ese. No tenía una contextura grande, por lo tanto no podía pretender ser "mayor" físicamente. Empecé a quererme tal cual soy y a dejar de querer cambiarme.
Tal vez, si no hubiera pasado eso aquella vez, nunca hubiera entendido la importancia de respetarte tal cual y como sos. Quizás, nunca me hubiera aceptado y seguiría sin hacerlo.
Pero pasó. Y si bien no es la mayor tragedia, la que me sucedió, al contrario, es algo mínimo como estar en cama 3 días, fue algo que me ayudó a pensar de otra manera. A cambiar mi forma de pensar.
A valorarme.
A respetarme.
A saber lo que quiero
A saber lo que soy
A amarme
Y todo eso, sin cambiarme nada.
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Tener una buena visión de vos mismo, cambia tu vida |
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