Antes de juzgar mi vida, mi carácter, mis actitudes, mi cariño o mi frialdad, ponete en mis zapatos.
Recorré el camino que yo recorrí, viví mis penas, mis dudas, mis carcajadas, mis buenos momentos y también los malo.
Recorré los años que recorrí y tropezá justo donde tropecé, y levntate así
como yo lo hice.
Y entonces ahí vas a poder juzgarme.
Conocer mi nombre, no significa conocer mi historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario